Claveles rojos
Cuando te pones
claveles rojos,
veo en tus ojos
sueños de amor:
entónces huye
del alma mia
la pena impía
que es mi dolor.
Y si en tus manos
llevas, hermosa,
la casta rosa
de mi ilusión,
su grato aroma,
mi bien amado,
deja embriagado
mi corazón.
Mas yo quisiera,
casta trigueña,
verte risueña,
mi bella hurí;
y no te extrañe
si en mi retiro,
triste, suspiro,
mi bien por ti.
Grande es mi dicha
cuando te veo,
y es mi deseo
verte feliz;
pues aunque sufra,
mi bien del alma,
en dulce calma
yo pienso en ti.