Mi destino
¡Cuántas torturas, cuántos pesares!
¡cuantos martirios, cuánta aflicción!
Paso mi vida llorando a mares:
enfermo se halla mi corazón.
Tú eres la causa de mi quebranto:
tú eres la causa de mi aflicción:
Vén presurosa y enjuga el llanto
Vén y no temas, por compasión!
Con loco empeño siempre te quiero
por más que vea tu ingratitud.
Sin tus amores vivir no puedo :
aunque se aumente más mi inquietud.
¡Maldigo, a veces, le negra suerte
que el cruel destino me deparó,
y a Dios le pido me dé la muerte
ya que no quieres darme tu amor.
Rights: Public domain