Oro esmeralda
Verde es tu traje, Primavera.
Ajeno el cielo a tu color,
Sólo en el iris—su bandera—
Lleva una brizna de verdor.
Rubia es tu ignea cabellera,
Oh, madre luz; a tu calor
Vive mi musa, una quimera
Que atiza el fuego soñador.
¡Oh girasol tu en la mañana
Avido sigues a la aurora
Para embrigarte de su luz;
Mas en la tarde el sol añora
Tu pleitesia campechana
Sobre el verdor de tu capuz!