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English translation coming soon.

A mi hermana

Francisco Vassallo Cabrera

1917

¿Te acuerdas, hermana mía,

De aquellos dulces momentos

Que pasáramos contentos

En nuestra niñez,

Cuando éramos el recreo

De nuestros padres amados,

Recibiendo embelesados

Sus caricias á la vez?

 

Fugaces, sí, ya pasaron

para mi dias tan bellos,

Cual pasaron los destellos

Del sol que nos alumbró.

¡Qué en este mundo falaz

De nuestra pobre existencia

Dispone la Providencia

Y ella así lo decretó!

 

Apenas hube gozado

Las delicias eternales

Que disfrutan los mortales

En nuestra patria sin par,

Me arrancó el fatal destino

De su hermoso y fértil suelo,

Al que se propuso el cielo

De sus favores colmar.

 

En el aciago momento

Que de tí me separaron,

De tus ojos destilaron

Lágrimas que triste ví.

Orgullo, hermana querida,

Al verte llorara sintiera:

Pues en ese llanto viera

Que me amabas cual yo á tí

 

Yo ví del profundo Occéano

Los espejos cristalinos

Que se tornan purpurinos

Rielando en ellos el sol;

Atravesé sus corriente

Admirando aquel encanto

Que mitigára mi llanto,

Y pisé el suelo español.

 

Y ví su clima tan bello,

Sus ciudades populosas

Celebrando bulliciosas

El fin de una guerra cruel;

Y llegué á la gran Barcino

Que esperaba la venida

De su Reina tan querida,

De la inocente Isabel.

 

Mas á pesar del contento 

Que en la ciudad se notaba,

Su amarga pena aumentaba

Mi llagado corazon:

Porque al verme solitario

En medio de estraña gente,

Solo ocupaba mi mente

Nuestra cruel separacion.

 

Yo te envidio, hermana mia,

Esa vida lisonjera

que tu asas placentera

En el seno maternal;

Esos continuos halagos

Que prodigas cariñosa

A nuestra madre amorosa

Con tu genio angelical

 

Que el Señor te hizo tan bella,

Tan apasionada y pura,

Que se admiró de su hechura

Y te bendijo al nacer;

Y permitió bondadosos

Que á nuestros padres unida

pasará la alegre vivida

En el colmo del placer.

 

Tu ostentas tu gracia suma

Entre mil lindas Porteñas

Que contemplan halagueñas

Tu vivir dulce y feliz;

Y yo estoy solo en un mundo

Para mí desconocido,

Que responde á mi gemido

Con sarcástico sonris.

 

¡Con cuantas ansias deseo

Que llegue el risueño dia

En que de la patria mia

Pueda el aura respirar,

Recordando venturoso

Aquellos dulces momentos

Que pasáramos contentos

Allá en el paterno hogar!....

 

Mientras ese instante llega,

El mas grato de mi vida,

Recibe, hermana querida,

Un recuerdo de mi amor;

Y sigue con los halagos

Que prodigas cariñosa

A nuestra madre amorosa

Con tu inocencia y candor.

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