PRO LUCTA LIBERTAS.
A UN LUCHADOR
I
Lucha, lucha incesante y valeroso;
desdeña los horrores del abismo,
y quiebra el corazón del despotismo,
que realizas un acto prodigioso.
No dejes el sendero, aunque azaroso
niegue toda expansión al heroísmo:
por do quiera que vayas es el mismo;
Siempre difícil, siempre peligroso.
Mas escucha, y no olvides un consejo
hijo de mi dolor y mi experiencia;
para el hombre de honor, no existe gloria.
Soy un doncel en el combate viejo,
y por más que se luche, sé á conciencia
que el triunfo será siempre de la escoria.
II
Yo también, con la pobre impedimenta
de mi amor, de mi verbo y de mi pluma,
pretendí disolver la densa bruma
que cubre este impudor que nos afrenta.
Pero mi corazón no desalienta
y su cadáver esperanza exhuma,
porque sabe que es aire y es espuma
todo laurel que al despotismo alienta.
Y ha sido el pueblo mi ideal supremo:
una masa viril, heroica y fuerte
que realice gloriosas maravillas.
Y llegue del peligro hasta el extremo;
pero mi pueblo es una masa inerte
que está siempre postrado de rodillas.
Dessús, Luis Felipe. "Pesimismo." Poetas puertorriqueños, Mayagúez Print, Co., 1912, p. 115.