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The Puerto Rican Literature Project The Puerto Rican Literature Project

English translation coming soon.

Canto al hablar puertorriqueño

Angel M. Arroyo

1988

“Virgen de Nazareth, Dulce María,

al hijo de mi amor clemente ampara”; 

dijo el poeta José Mercado “Momo”

al cantarle a la lengua castellana.

Yo hoy le canto al hablar puertorriqueño

que con celos lacteó la Madre España.

¡Aleluya señor! Amo esta lengua

que por ser española es de mi patria; 

la que aún reza con ella a Jesucristo

desde que el genovés se aventurera

intrépido a cruzar con sus navíos

el Atlántico mar, y en sus hazañas,

a nombre de Isabel y Don Fernando,

en su viaje segundo la encontrara.

¡Aleluya a ti mi Puerto Rico!

¡Aleluya a la lengua castellana!

 

    Vino a América indígena el lenguaje, 

que el todo poderoso también habla,

y de Iberia fué el Nuevo Continente

con la descubridora caravana;

el léxico castizo de este mundo

prendió en José Martí su “Rosa Blanca”;

por Castelar nos dió a José de Diego,

iluminó a Rubén en Nicaragua;

se dió al Libertador Simón Bolívar,

guerrero que aprendió en la Madre Patria

amarla como amaba a Venezuela

que al fin la emancipó con cuatro hermanas.

¡Aleluya a las hijas de la iberia

península ancestral de heroica raza!

 

    Se viste de belleza y de sonidos

al suave articular de una guitarra, 

cuando rasga unas cuerdas el artista

si en sostenido aragonés nos canta;

más bello es el lenguaje todavía

en versos de pasión enamorada,

cuando le llora el poeta a su doncella

con la intangible cítara del alma.

¡Oh, léxico inmortal del Siglo de Oro!

Con su luz destelló en la parnasiana

cúspide cultural del Nuevo Mundo

con la Décima Musa mexicana:

    Sor Juana Inés de la Cruz con sus dioses

mitificar a la asteca Nueva España,

lucero universal es de Poesía,

y del culto diocesano que consagra.

¡Aleluya al Parnaso americano!

¡Aleluya a la lengua castellana!

 

    Del ingenioso hidalgo de Lepanto

nos llegó Don Quijote de la Mancha;

Sancho Panza aún camina por las calles

de este mundo que es suyo y Sancho -- panza --

sigue siendo en la América latina

la austera personalidad de España.

¡Aleluya a la fiesta del idioma

en tributo a la quinta centenaria

odisea del gran descubrimiento!

¡Salve alados repiques de campanas,

que en los templos de Dios hay homilías

con cantos de las fuentes de Castalia!

 

    Yo le canto a mi hablar puertorriqueño

con la ausencia castiza del que no habla,

como yo que pronuncio el caribeño

conversar de la tierra de Agüeybana;

que español comoquiera ese lenguaje

es el nuestro -- per sé -- por la entrampada

odisea de Colón el Almirante,

que en ombre de los Reyes de Granada

lo trajo y lo extendió desde el Caribe

a la plural región americana.

 

    lenguaje que por mor del Nuevo Mundo

los pájaros del sur y el norte cantan;

lo pían las gallines de mi tierra,

y al rayar rosicler las alboradas

los gallos que vigilan los corrales,

al cantar español baten sus alas.

¡Aleluya al hablar puertorriqueño!

¡Aleluya a la lengua castellana!

 

    Cervantes, Unamuno, García Lorca,

trinomia exornación de la palabra;

con otro centenar de ilustres hombres

prolijo de citar la lista larga;

llegaron a la América latina

con una enciclopedia diosesana; (sic)

José Ortega y Gasset frente a su siglo

soñó en revolución entre las masas;

José Santos Chocano con Vallejo

hijos son de la lírica peruana;

la vestal del sol inca sigue siendo

Santa Rosa de Lima quien se aupara

más allá de la cime de los Andes

y de Roma volvió beatificada.

¡Aleluya a la hispánica grandeza,

con ribetes de lengua castellana!

 

    En jalón del Río Grande a Patagonia

los indígenas incas y los mayas,

guaraníes, aztecas y mambíes,

con tainos caribeños y araucanas

ecuestres guerrillas de patriotas

otro hispánico mundo sin España 

libertad conquistó y la monarquía 

al estilo de Grecia la espartana

se afincó en el Caribe y Puerto Rico

entre todas las Islas antillanas

fué cangeado en el siglo diecinueve

a norteña potencia americana;

el bizarro cantor Rafael Hernández

que hoy reposa en su cuna aguadillana

le cantó su “Lamento Borincano”

y lo siguen en llanos y montañas

“jíbaros” trovadores que no cejan

en cantarle a la patria borincana.

¡Aleluya al cantar puertorriqueño!

¡Aleluya, oh, vihuela castellana!

 

    De la taina o Caribe toponimia

renace la cultura borincana;

un cúmulo de voces y vocablos

van y vienen de atmósferas sonadas;

con los poetas José Gautier Benítez

y el que fué “Caballero de la Raza”

titular patronímico que un día

por su verbo lo trajo desde España;

con la toponomástica aún retumba

el vate Luis Lloréns de nuestra patria,

monarca de lo “jíbaro” a quien nadie

en “Cano a las Antillas” igualara;

y el príncipe-negroide Palés Matos

además de boricua y de tex blanca,

se tortolizó de “Majestad Negra”

con trabalengua poético-africana.

¡Aleluya a los aedas de mi tierra!

¡Aleluya a la enseña borincana”

    Léxico cervantino o quijotesco

con filólogos maestros de avanzada

academia mundial como Andrés Bello;

Teresa de Jesús, mística y santa,

con San Juan de la Cruz su confesor;

Juana de Ibarbourou la uruguaya,

y Rosalía de Castro la gallega,

con la Pardo Bazán  la cubana

Gertrudis G. Avellaneda, gran poeta;

al idioma le dieron vida y alma,

cual Gabriela Mistral, Pablo Neruda, 

Miguel Angel de Asturias -- Guatemala --; 

el colombiano Gabriel García Márquez, 

cuatrienio de academia novelada;

prestigios de América latina

que ostentan el Nóbel por justa fama.

¡Aleluya a esos grandes de la lengua!

¡Aleluya a la herencia castellana!

 

    De prolíferas voces cervantinas:

Pedro Henríquez Ureña en la Primada

ciudad del Continente americano,

y aquel sabio de cuna ecuatoriana;

Juan Montalvo el artífice de Letras

cuyo nuevo Quijote eslabonara

la indígena cadena de caciques

el ibérico ayer que fué de España.

Dos sapientes gigantes del idioma

como aquéllos de la era shakesperiana:

Domingo F. Sarmiento el argentino,

con el otro de estirpe borincana,

Eugenio María de Hostor con su Hamlet

que al decir de André Bello el de Caracas,

legaron su pensar al Nuevo Mundo

y una escuela normal dominicana.

El indio de Atahualpa y Vasconcelos,

son titanes de historia literaria;

el indio de Atahualpa en el Perú,

José de Vasconcelos de bizarra

impertérrita tierra de patriotas

con glorias (In-Excelsis) mexicanas.

¡Aleluya Señor! ¡Salve esta lengua

con su hispanica herencia castellana!

 

    De entre tantos luceros una estrella

de lo Alto descendió una madrugada;

Polimnia la llamó Julia de Burgos,

la bautizó su reina borincana;

se maritó con “Río Grande de Loiza”,

y en romances de amor se echó a sus aguas;

fué su linfa bañada de poesía

y en requiebros de luz una mañana

fué al norte a buscar su útlimo número

y la luz sin saberlo se le apaga;

su nombre seguirá siempre brillando

con el de tantas poetas parnasianas;

todas ellas le imparten al idioma

nuestro orgullo en los rumbos de la patria.

Soy padre de dos hijas extranjeras

de mi tierra de origen y ellas hablan

nuestro vernacular -- diz que -- hujo mío, 

y de él ellas también las dos hermanas;

legado de lo hispánico vigente

que del alma de un poeta así reclama:

“Virgen de Nazareth, dulce María,

al hijo de mi amor clemente ampara”,

¡Oh, quinto centenario colombino!

¡Aleluya a la lengua castellana!

Arroyo, Angel M. "Canto al hablar puertorriqueño." Primer Certamen Internacional de Poesía de Puerto Rico, Universidad de Puerto Rico, March 1988.

Rights: Angel M. Arroyo