El deshaucio
Pues bien señor Juez
como usted me ordena que yo mismo diga,
lo que decir quiera
pa ver y que si la corte me tiene clemencia
voy a de explicarme
Es la vez primera que por un delito entro por esa puerta
Yo en jamás he sido hombre dependencia
De enredo y chisme
Ni de contumelia
Que lo diga el barrio si hay de mí
una queja en los treinta años que he vivido en Pellejas
Soy un hombre honrao pa que usted lo sepa
que he pasado la vida en dura faena
al terrero el sol
igual que las bestias y afuerza su ore …
de luchas de bregas y de sacrificio
levanté una era y hice un bohío
onde yo pudiera vivir aunque pobre y con independencia
Y no como otros arrimaos a la hacienda
y en aquel baldío pedazo de tierra
Se consumió toda mi salud y mi fuerza
cuántas veces, cuántas
ahora es que me pesa, mientras los demás andaban de juerga
iba yo rendido, cantando una décima
pegao al arao surcando la tierra pues mi afán siempre y fue
toda esencia vivir aunque pobre, con independencia
que diga el doctor que digan las tiendas a quien le he embrollao con una peseta
No había en mi casa que la suya era
radio ni vitrola ni muebles de afuera
nada que me enbrollara
nada que me rompiera la cabeza luego con esa tendencia
Sé lo que se sufre y el dolor que cuesta negarle a los hijos esas bagatelas que a muchos les sobran.
Maldita pobreza
ver uno a sus hijas dirse para la fiesta en tela de real
Mientras otras llevan trajes a la moda y medias de seda,
pero eran mis ansias y fue toa mi esencia vivir así aunque pobre con mi independencia.
Luego, luego vino el pleito
Gente sin conciencia
que me arrebataban aquello que era toa la dicha mía
y toa mi existencia
y como la soga siempre se revienta por lo más delgao
perdí la querella.
Y decidió la corte que mis tierras eran y de aquel desalmao
de aquel sinvergüenza que la heredaba de su parentela
yo tenía que dirme y dejar la ira
a empezar de nuevo ya viejo y sin fuerza
a pedir limosna
miente quien lo crea
Y dije pues no que se haga la prueba
Hasta que una tarde
yo estaba en espera,
el muy arrastrado llegó hasta mi puerta
diba con el marcial,
si el marcial la persona que me está escuchando para en esa puerta
dijeron que diban
mire mire me hierven las venas a echarme los trastes a la carretera
y dije pues no, miente quien lo crea
me le apulpeé al cuello
nos fuimos a tierra
y no sé, no sé lo que hice
perdí la cabeza
ahora señor juez
dicte usted sentencia
yo sé que he matado
y es justa la pena
le juro la cárcel se hizo pa hombres
y no para las bestias
y en después de todo esto no es afrenta
y a cuántos bandidos he visto donde quiera sueltos por la calle
mientras gente buena se pudre en presidios detrás de una reja.