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English translation coming soon.

La Civilización en América

Ramón Juliá Marín

1920

Laureada con medalla de plata en el Certamen del 4º. Centenario de la Colonización Cristiana de Puerto Rico.

 

      Las naves de Colón fueron el puente

Por do vino del viejo continente

La civilización al Nuevo Mundo.

Y espíritu inmortal de aquella hazaña

Fue la bandera de la noble España,

De hermosa redención rayo fecundo.

     Hoy en el dulce nombre de Castilla

Canta la musa americana, y brilla

Cual lumínico sol sobre los Andes.

América ya es libre y poderosa,

Y trocó la de España Victoriosa

Por las banderas de Bolívar, grandes.

      Ya la hispana misión quedó cumplida.

Y la América halló progreso y vida.

Madre que el corazón sangró en la guerra,

Por redimir los pueblos descubiertos

Siguió caminos al calvario abiertos….

¡Fin de los redentores en la tierra!

 Que toda idea de redención sublime

En el humano corazón imprime.

Amor al sacrificio y heroísmo.

Cuando la fé del mundo le abandona,

Jesús, desde la cruz, ama y perdona….

Y España, en su calvario, hace lo mismo!...

Pero así cual de cristo la simiente,

Fecunda en bien, la humanidad presente

Recoge à manos llenas…. De la hispana

Epopeya inmortal descubridora

Surge cual luz de refulgente aurora

La civilización americana.

América asombrando las naciones

Con sus grandes inventos, bendiciones

Derrama sobre el pueblo que impulsara

Al esforzado genovés, demente

Que vislumbra el ignoto continente

Y hasta su sueño realizar no pára.

Alma latina, generosa y fuere,

En ciudades los páramos convierte,

Labra la tierra y el comercio expande;

El trabajo es su lema, su egoísmo

Levantar un altar al patriotismo….

¡Alma latina, generosa y grande!....

Alma latina, que refunde sola

La epopeya inmortal, alma española!

Grande en las guerras con que siembra muerte,

Grande en las artes y el saber hermoso…

¡Alma latina, generosa y fuerte!....

Para América es sol de vida esa alma

Que del progreso conquistó la palma

Difundiendo la luz de sus ideas,

Y hoy se expande en el orbe brilladora,

Impulsando á la raza soñadora

Que luce en orgullo sus presas.

América es un nervio poderoso

De vida, que palpita sin reposo

En el continuo laborar. Es fuente

De saber, de riqueza y poderío,

Coloso que subyuga, á su albedrío,

Con el invento audaz y sorprendente.

Ved la fuerza motriz, que se desata

De la activa y rugiente catarata,

Que moviendo las máquinas, labora

Cual obrero incansable, cuyo aliento

Es alma del trabajo y movimiento

En la vida robusta y productora.

 

Hoy cien ciudades de moderna hechura

De América pregonan la cultura;

Soberbio alcázar donde fue el hohío

Luce sus capitales cincelados,

Y sus torres, de mármoles labrados,

Magníficas, dibuja en el vacío.

Y fue nervio también de ese adelanto

La LIBERTAD, que desplegó su manto

Sobre el suelo de América riente.

Washington y Bolívar, pregoneros

Del sublime ideal, son los primeros

En dar independencia al Continente.

Llama devastadora que redime

La libertad ha sido. Con sublime

Fuego enciende las luchas de oprimidos;

Y lo mismo que al lado de los Andes

En las pobres islillas hace grandes 

Los pueblos á sus leyes acogidos.

La simiente del bien nunca es fecunda

Si el sacrificio noble no la inunda

Con su savia de amor. La evolutiva

Ruta de perfección los pueblos ganan

Cuando á la libertad el hombre hermanan

Redentora misión educativa.

Por eso Roma, en su grandeza, muere

Como un sol sin fulgores, cuando hiere

La dignidad del pueblo cual tirano;

Que nunca de su solio ha descendido

La libertad para dejar ungido

A un coloso con alma de un enano.

Pero la antigua explotación romana

Tuvo en su abono la codicia insana.

De la CONQUISTA, ese brutal derecho

Que la civilización no ha desterrado

Del alma de los pueblos que han gustado

Ejercer la rapiña en su provecho.

Grande fue la misión de España, un día

Colonizando un mundo que dormía

En doloroso salvajismo. Pero

Esta, que surge del poder naciente

De América, república incipiente,

Lleva la maldición del mundo entero.

Oh, Civilización! Tú, que elaboras

Las leyes del progreso, redentoras,

¿Por qué tu savia por igual no diste

A los pueblos de América; y uno dejas

Sin pan de libertad, sorda á las quejas

Que exhala en su opresión bárbara y triste?...

¿Por qué de la conquista, regalada

Con sus derechos á la edad pasada,

Dejas que en el presente los errores

Resurjan para dar muerte á la idea,

De un pueblo culto, que evadir desea

El yugo de los nuevos opresores?....

¿Por qué de la nación á cuyo amparo

Fuiste de América el refulgente faro,

Hoy eclipsas la estrella; y veleidosa,

Para herirla te truecas en espada,

Cuya punta mortal, en la estocada

Hace correr su sangre generosa?....

¿Por qué, de un pueblo, en tus gigantes luchas,

La voz que clama libertad no escuchas;

Mientras al nuevo César das la mano

Para que suba al pedestal de gloria,

Que con su lodo salpicó la escoria

Y con sus vicios profanó el tirano.

Oh, civilización! Tu excelso nombre

Es símbolo bendito para el hombre

Que ambiciona ser libre. Di, ¿qué has hecho

De esta tierra infelice, en que han llorado

Tu ausencia, en los náufragos del pasado,

La libertad augusta y el derecho?....

Tu luz arde, cual tea que destruye

Para la pobre gente que rehúye

La lucha en que se juega nombre y vida,

Y recorre al suicidio sin protesta.

¡Oh, civilización! mi gente es de esta,

¡Sé tú su salvación, su noble egida!...

Autorizando, bárbara, el despojo

Del indio, que era libre, aunque salvaje;

Medró á tu sombra la codicia insana,

Y trocaste á la tierra americana

En centro del odioso COLONIAJE.

Ah, que también tu fecundante lumbre

desciende al germinar de podredumbre!

Y halló en tu seno la maldad asilo

Para tronchar de un pueblo la esperanza,

Borrando el horizonte de bonanza

Que vislumbró su porvenir tranquilo!

¡Oh, civilización! Sobre el pasado

Vuelve, y borra las huellas que has dejado

De las naciones la triunfal codicia….

Y haya un sol para todos de JUSTICIA

Que alumbre pueblos libres en la tierra!

No sigas más tu luminoso curso.

Relegando á mi patria del concurso

Que forman los de América pujante,

Pueblos LIBRES que tienen su bandera;

Que esclava vive y de tu luz espera

Rayo de augusta libertad triunfante.

Mata el encono, que encendió las iras

Para que ardieran las siniestras piras

Del despotismo en el altar augusto

De los pueblos esclavos cuyos hijos,

En los quebrantos del dolor, prolijos,

Soñaron tu poder bendito y justo.

Mas, si no cumple á tu misión sagrada

Volver sobre tus pasos la mirada,

Sigue tu curso…. ¡Y resignado muera

Un pueblo digno en afrentoso yugo,

Mientras tú, convertida en su verdugo,

Le usurpas libertades y bandera!....

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