La persecución
Me persigue el olor de la pobreza
Me escondo pero me encuentra
En conversaciones escondidas
Pasiones aguantadas
Corro y aún alcanza a tropezarme
Con sus zapatos regalados que llevan años
No hay perfume o colonia
Que lo pueda disfrazar
Aunque seguro no pudiese pagarlo
Los dialectos o acentos que pudiese aprender
No me cubre el costo del olfato
Sigo corriendo con cansancio
Probando lágrimas con sal
Que sirve como bien acompañante
Para un plato lleno de sueño
Rights: Juniel Aeria Maldonado