Paisaje quisqueyano
Sedientas de beber bajan las vacas
A la vieja cañada medio seca,
Unas gordas, redondas de manteca,
Otras tristes, raquíticas y flacas.
A través de las típicas barracas
Levanta el humo del fogón su rueca,
Mientras que deshaciéndolas, desfleca
Sus espumas el mar en las resacas.
Del sábado es la tarde: los peones
pasan alzando al aire sus canciones
A la Patria, al Trabajo, y al Bohío;
Y yo absorto ante el sol que va oscilando,
Me quedo como atónito pensando
En cada cosa del terruño mío…