No sé
Olvidar es nacer en la eternidad
Perdí el recuerdo de mi memoria
y me hallé en el país de los perdidos tocando resplandores de humo
que nos cegaban la noche en un instante para que viésemos la luz del día
en un embeleso de flor y de magia; como si el tiempo no hubiese pasado y soplara una agradable y cálida brisa de verano.
Entonces regresé del recuerdo,
o del olvido, no lo sé,
y me encontré en aquella estrella, o en aquella otra
que perdí en un instante.
Se deshojaron las ramas
de mi viejo árbol,
y me fui con ella apaciblemente
por un camino largo
sin tiempo ni espacio,
quizá olvidando,
liberado.
Rights: Francisco Morales Eró