La voz de las cumbres
Yo escalé la montaña de frente blanca y fría,
La montaña encantada de la Serenidad.
Un cielo esplendoroso de cirrus me envolvía.
El mar azul e inmenso a lo lejos gemía,
Y la voz de las cumbres
Llenó mi alma de lumbres
Y rielos de verdad.
La vida es para el hombre lo que el hombre hace de ella
Un paraje de Sueños o una llama voraz;
Una sonrisa tierna o una voz de centella,
Una lucha jadeante o una serena paz.
Saboread la manzana del árbol del Amor,
Que ella alegra la vida con su aroma y sabor
Y trinará en la selva su arpegio el ruiseñor!
La vida es dura y seca, exenta de alegría
Sin mieles ni perfumes como una nuez vacía—
Tal nos pinta la vida la agria filosofía,
Que no sabe el encanto que esconde la Poesía…
El secreto del mundo lo dijo el Nazareno:
Perdonar lo que es malo, bendecir lo que es bueno,
Mirar todas las cosas con ojos de hermandad…,
El único secreto de la Felicidad.
El mundo es un boscaje de suave claridad,
Si pasamos con alas sobre la realidad!
Hermanos! La vida es un raro tesoro,
Es un poema de Sueños, un ritmo de beldad,
Un toque de campanas, un órgano sonor,
Una mañana alegre con paisajes de oro,
Un meteoro que vuela hacia la Eternidad.
Mirad todas las cosas con ojos de Piedad,
El único secreto es la Felicidad!