Mejor fue así...
¡Cómo me duele el corazón al verte,
Venus que ayer mi juventud amaba
cuando en tus blancos senos asomaba
aquel tu amor primaveral y fuerte!
¡Cómo en tu vida la pupila advierte
y en tu hermosura que el dolor socaba
un extraño impudor que menoscaba
tu recuerdo, que en pena se convierte!
No sé si bendecir a mi destino
o bendecirte a ti, mujer perversa,
por haberme dejado en el camino.
Mejor fué así para la fe que abrazo,
que tu gloria sensual me fuera adversa
a tener que seguir tu mismo ocaso.