La poesía
Tus huellas he seguido, paso a paso,
E ignoro a dónde irás, bella Poesía…
¿Cuál ha sido tu cuna? ¡el cielo acaso!...
Has debido empezar aquel gran día
En que el hombre primero, al rayo ardiente
De la joven Creación que sonreía,
Con inefable calma
Caer sintió de repente
Un beso de mujer sobre la frente
Y una gota de amor dentro del alma!
Has debido nacer cuando su broche
Entreabrieron las rosas, y el Estío
De su verde caudal hizo derroche;
Cuando, al romper en medio del vacío
El arcángel trigueño de la noche
Sus collares de perlas de rocío,
Con millones de borlas de topacio,
Dios queriendo mostrar su poderío,
Adornó la canefa del espacio!
Diafanizada luz que el aire enciende,
Platea el manantial, la espiga dora;
Yo te he visto en la noche que se tiende;
Cuando raya la aurora
Cual bordado de plata
En el dosel azul del firmamento;
Te escuché en el acento
Del hirviente raudal que se desata
Llenando el mudo corazón de frío,
Y en el rápido vals que ensaya el viento
Sobre el teclado de cristal del río!......
¡Cuántas veces te ví, lejos del mundo,
Cruzar del Septentrión al mediodía,
Internarte en el piélago profundo,
Surcar después la inmensidad vacía,
Y, no saciando tu creciente anhelo,
Con gentil gallardía
Te miré cabalgar con rumbo al cielo,
Del mundano rumor haciendo mofa,
Y al fin del cenit alcanzar la cima,
Sobre el hombro de fuego de una estrofa,
O en el ala de seda de una rima!...
De la vida en el áspero camino
Iras dejando plumas de canciones
Vivirá mientras haya
Un astro que fulgura,
Una ola en la playa,
Mientras dure una roca,
Y guarde el hombre en la memoria impreso
El sollozo de un ángel que le evoca,
Y cual perfume entre corales preso,
En el nido caliente de una boca
Palpite el alma de jazmín de un beso!...