Canto a la Patria
Vente conmigo, Patria, contémplate tú misma
en los claros espejos de tus aguas;
mírate así, ¡Oh bella amiga
enferma de nostalgias!....
Tienes la mansedumbre de un tierno cordero,
que se extravió llorando en medio del camino,
por no haber escuchado el eco de la flauta
de un pastor que llamaba a su rebaño……..
Vente, Patria, conmigo,
no temas, yo te llevo
de la mano,
cual fueras una santa,
una madre, una hermana o una novia buena,
y juntos cruzaremos las riberas;
los valles y montañas;
los ríos y praderas,
y los blancos caminos sembrados de azucenas
y los bosques cuajados de esmeraldas!.....
Reclina tu cabeza, así, apoyada,
sobre mi pecho y vente….,
que junto aquel bohío, donde canta
la alondra que enternece,
al reventar en púrpura la aurora,
bajo la verde palma que nos brinde sombra,
tendrás el interés de las antiguas diosas,
para oir las palabras de un poeta…
II
He de decirte el canto que evoca tu epopeya,
porque en este silencio que opaca tu historia
todos de ti se olvidan, como si no tuvieras
entre tu pecho, presa la fe, que los siglos avalora,
para poder cantar tu propia Independencia!
III
La Patria lo primero…Tú,, un pedazo de tierra
bajo un trozo de cielo;
y bajo ese cielo azul que besa tus montañas
de verde terciopelo,
y se extienden tus campos de verdinegras cañas;
el surco que se abre del vientre de la tierra
para ofrecer la espiga del penacho dorado,
símbolo del trabajo y gloria del arado!
IV
Así te contemplaron,
tendida sobre el mar
las naves españolas que a tus puertos llegaron
para despertarte de tu sueño de paz!......
Fué grande tu epopeya;
a la luz de los luceros
tus valles se bañaron con sangre de guerreros;
tu heroísmo aún destella
esa fe que perdura,
porque eres de la estirpe ennoblecida
de aquellos caballeros de locura
que nunca vacilaron en la vida….
Lo saben tus castillos
y el ronco mar que abate tus vetustas murallas;
tus épicas garitas,—reliquias del pasado—
habla de aquellos tiempos de antigua lid homérica
y del bravo soldado
de horcas y cuchillos
que atento al caracol que sonaba en tus playas
quiso unirte a las luchas de los pueblos de América…
Pródigo fué tu vientre en dar los fuertes hombres
que acariciaron sueños de bélicas deidades;
y al azar se reunen dispersos los nombres
de ellos que cual Cristo, cruzaron la “Amargura”;
Muñoz y Baldorioty, Betances y de Diego
Hostos y Ruiz Belvis, en todas las edades
del patriotismo viven, como llamas de fuego
alumbrando el altar de una patria futura!
Anhelas verte libre, sin el lazo extranjero
que a tu designio plugo;
y luchas en silencio por deshacer el yugo
que te ata y te une a legiones extrañas…
¡Oh santo cordero,
igual que a Prometeo te roen las entrañas….
Quisiera, Patria, verte,
libre como las aves que cubren los ramajes
de tus frescas palmeras, y sin temer la muerte
oir marchas de alarmas
cruzar por tus boscajes
y al pasar tu bandera presentarle las armas!
¡Oh, tú, Isla dormida, que soñaste con grandes
empresas libertarias…. ¿Por qué ahora callas?
¿Qué dedos invisibles te sellan los labios?
(Tú que no puedes temer nunca al abismo
porque tú eres excelsa como los Andes!)
¿Por qué ante el dolor el corazón no estallas
para que disipen tus agravios
y renazca otra vez el patriotismo?...
Alza altiva tu frente coronada de espinas,
reclina tu cabeza ensangrentada
otra vez sobre mi hombro, y vuelve a tus colinas….
que llegará algún día, que al toque de una espada,
prestárante clemencia
y en otro resurgimiento,
flotará tu bandera a las ráfagas del viento
y triunfará la causa de nuestra Independencia!.....