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El Proyecto de la literatura puertorriqueña El Proyecto de la literatura puertorriqueña

Al río de Bayamón

Martín J. Travieso

1903

-¡Qué grato es mirarte, oh río,

por las vegas susurrando,

y con tu murmullo blando

cómo para el mar bravío

van tus aguas caminando…!

 

Tú vienes de gran distancia

las praderas recorriendo,

y contigo vas trayendo,

de jazmines la fragancia,

que tus aguas van lamiendo.

 

No se ven en tus orillas,

ni castillo ni torreones

que te sirvan de blasones;

pero sí,mil avecillas

que entonan dulces canciones.

 

Ni tus aguas cristalinas

forman al bullir espuma,

ni tus ondas diamantinas

en perlas mil peregrinas

van a tu ribera en suma.

 

Ni tampoco hay grata sombra

que calme el sol ardoroso;

pero brilla allí afanoso,

a tus pies hay verde alfombra,

y un ambiente delicioso.

 

Allí, la garza sencilla

ostenta su blanca pluma

en una y en otra orilla,

y copo de nieve en suma,

con la luz del alba brilla.

 

El agua que se desliza

es tan suavísima y pura

como el soplo de la brisa,

o como el llanto y la risa

de inocente criatura.

 

¿Cuántas, de madre salido,

en tu ribera inocente

al ver tu faz transparente,

mis pesares te has llevado

envueltos en tu corriente…!

 

¡Cuántas, de madre salida,

sin temer a tus rigores

yo te he surcado atrevido,

en pos de un hijo querido,

el amor de mis amores!

 

Y al recibir aquel niño,

–mi único placer, mi encanto–

¿no te acuerdas de aquel llanto

que, al mostrarme su cariño,

le causaba su quebranto?

 

Y luego que en mi regazo

ósculos mil le imprimía,

el contento en él volvía,

y, echándome al cuello el brazo:

<<mi amor, mi bien>>, –me decía.

 

Todo, río, feneció;

tú lo ignorabas quizás:

aquella flor que brilló,

el huracán la agostó,

¡ay!... para siempre jamás!

 

Desde entonces inclemente

huyó el placer de mi alma;

y, en vez de plácida calma,

llevo en mis hombros, paciente,

del dolor pesada palma…

 

Yo, río, no he de volver

a pisar más tu ribera;

porque su faz placentera

en tus aguas no he de ver

retratada por doquiera.

 

Mas si en tu cristal luciente

me la ofreces estampar,

¡yo volveré diligente,

y, abrazado a tu corriente,

me iré contigo a la mar…!

Travieso, Martín J. "Al rio de Bayamón". Parnaso portorriqueño: Antología esmeramamente seleccionada de los mejores poetas de Puerto Rico<, editado por Enrique Torres Rivera, Maucci, Barcelona, 1920, pp. 48-50, Instituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan, Puerto Rico.

Derechos: Dominio público

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