Contestación
Contestación
A un amigo que me pide versos
Querido amigo: sardónico
Fuiste en tu carta poética
De estilo muy filarmónico;
Yo soy algo más lacónico
Porque carezco de estética.
En ella te muestras ávido
De mis producciones líricas,
Por que olvidas que muy grávido
Solo me dedico impávido
A curaciones empíricas,
Ya abandoné melancólico
De la ciudad el estrépito,
Y aquel estilo hiperbólico;
Ya soy un vate decrépito,
Y un verso me causa cólico.
Ya cesó mi afán artístico
En esta vida tan tétrica;
Y, matemático místico,
Por el sistema rentístico
Abandono el Arte-métrica.
Ya voy perdiendo la brújula,
Y en estilo anti-metódico
Va a causar en el periódico
Mi composición esdrújula
Un efecto anti-espasmódico,
Es la época muy cómoda
Y el porvenir muy fatídico;
Y la cuestión autonómica
Es una entidad atómica
De algún cadáver jurídico.
La situación es muy crítica
Y aunque de fama hiperbólica
La prosperidad, raquítica;
Y aquí en Cayey la política
Todo es cuestión de bucólica
Hay magnates sin criterio
Unidos al ministerio
Como al tacón el calcáneo;
Y el político más serio
Es el que tiene más craneo.
Hay patriotismos despóticos
Que causan terrores pánicos:
Que en estos tiempos narcóticos
Ciertos amores patrióticos
Traen disgustos orgánicos.
Y así mi numen poético
Huyendo el estilo crítico
de caracter apopletico
prefiere el tartaro emético
al dulce néctar político.
Y con mi estilo escarótico
Te pruebo en mi carta crítica
Que en este siglo despótico
Existe un amor patriótico
Que vive de la política.