Alabanza a la materia
Mientras tiendo mi cuerpo en la tierra
veo un árbol que danza cargado de anillos y luces
a la puerta de un templo.
En la fronda del árbol un niño
atraviesa faisanes.
En el templo alguien suena la citara.
Pero el niño ha caído de pronto
y su cuerpo- fruta polvo de plata incesante –
se desgrana
en la tierra materna
se dispersa
en el aire paterno
emulo de Seurat,
y así se hunde
Derechos: José Luis Vega