Al desterrarme de ti
Imaginarte cercano en permanencia
sin posibilidades de interminencia
que nos miden hasta el hecho de vernos
de conocernos y sentirnos,
mintiendo y rindiendo los ratos
donde nos devoramos.
Y nos fluyen las carcajadas
y dos o tres miradas
que nos delatan.
Me lees
y siento que se desbordan en realidad
mis labios
tus ojos
las venas
y cualquier esencia en mi ser.
Me mueves,
y tomo el riesgo
porque de calidad somos ambos,
pero en destiempo,
siendo tus besos la cura
de lapsos ausentes
en estas cuatro paredes.
No nos buscábamos y hoy te siento.
De espalda me encuentro en tu presente
justo en las agonías que se recuperan
y caminas por experiencias sugeridas
y te permites conocerme,
con la curiosidad de ciegos hambrientos
que buscan domados
el lenguaje y el pensamiento de los toques
que nos llevan a un desierto de cuerpos
--tensos y libres--
que son acordeones
y nos sacamos la música
que al triscarte
nos permite
que lleves en olas
las marejadas de llamas
que tocan mis interiores
al desterrarme de ti.