Te vi pasar
Te vi pasar. En tu ceñuda frente
Se notaba una nube de tristeza,
Y aunque el peso era firme, parecióme
Que inclinabas la vista hacia la tierra,
Y mientras yo a tus formas dirigía
Una mirada compasiva y tierna,
Reconocíme al fin conquistadora…
De volcánico amor ardiente hoguera
Tu corazón aniquiló y el mío;
Pero de las cenizas que aún humea
Vi levantarse hacia el azul sereno
Una llama final, brillante y trémula,
Como indicando el sitio donde pueden
Los huérfanos de amor calmar sus penas.
¡Qué solo en las “alturas” hay consuelo.
Cuando el amor feliz falta en la tierra.
Desde allí contemplé tu triste vida
Antes que el sol marcase su carrera,
Y de tu juventud las puras rosas
Antes de tiempo vi mustias y secas.
El fuego en que te abrasas sólo puede
Ofrecerte; oh, dolor! Mancilla y pena!