A don Emilio Astor y Ramos
en el estreno de su drama “AMPARO”
Pulso el tiple borinqueño
y el jíbaro seis cantando
voy a ver cómo versando
salgo esta noche de empeño.
¿Qué importa que arpas de plata
pulsen insignes cantores,
y los dulces ruiseñores
preparan la serenata?
Si es muy justo que de gloria
henchido cante el arpista,
cuando un hermano conquista
una página en la historia.
Y hoy “Borícua”, aunque padece
enfermedades del alma,
vino a mecerse en la palma
que un hijo amante le ofrece.
Por eso yo, en este día,
alegre canto y risueño,
por que soy puertorriqueño
y canta la patria mía.
Yo no sé cantar canciones,
yo canto coplas campestres
porque las flores silvestres
perfuman los corazones.
Amigo Astor, un abrazo
del gallinero te envío
y el pobre corazón mío
te dá un latido, un pedazo.
Que el que estas trovas te ofrece
en desentonada lira,
por el Progreso suspira,
¡Lázaro el que lo padece!