El labriego
¿No véis allá en la llanura
Un hogar desmantelado?
Allí vive un hombre honrado
En medio de la verdura,
Soportando en su amargura
Este sistema opresor,
Es un triste productor
Que en su desgracia fatal
Le escatima el capital
Su energía y su vigor.
Allí vive el desgraciado
En su anti-higiénica choza
Con su mujer andrajosa
Y de rostro demacrado,
Y un pobre niño a su lado
Lombriciento y sin color.
¡Qué triste cuadro! ¡Qué horror
Con templa la sociedad,
Que proclama libertad
Y mata a un trabajador!
Ese labriego escondido
En mitad de la llanura,
Su libertad no procura
Porque se encuentra dormido,
Pero tened entendido
Vosotros explotadores,
Que sois los dominadores
Por el oro y la influencia,
Que al despertar su conciencia
Caerán los abusadores.
Más no importa, pronto el día
Llegará de arreglar cuentas
Sin que se queden exentas
La maldad, la tiranía,
El crímen y la osadía,
El latrocinio, la usura,
Para que en la edad futura
Sea respetado el derecho,
Con el natural provecho
De una vida libre y pura.
Despierta trabajador
A la vida del derecho,
Para tu mismo provecho
En defensa de tu honor,
Defiéndete con valor
Del tirano que te insulta,
Que si tu trabajo usurpa
Tal miserable verdugo,
Por no sacudir el yugo
Tú mismo tienes la culpa.
Entra en la Federación
Del trabajo organizado,
Y te verás respetado
En cualquiera situación.
Lucha por tu condición
Y obtendrás mejor salario
Restándole al propietario
Las fuerzas para oprimirte,
Sólo así has de redimirte,
Óyelo bien, PROLETARIO.
Álvarez, Perfecto. "El labriego". Trovas Rurales, Imprenta Morel Campos, Cagüas, Puerto Rico, 1919, pp. 17-9, Colección Puertorriqueña, Biblioteca Lazaro, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras.
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