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El Proyecto de la literatura puertorriqueña El Proyecto de la literatura puertorriqueña

La escuela

Juan Calderón Escobar

1923

De San Juan en el sitio más colmado

de voces, de armonías y belleza,

una luz el Progreso ha levantado

para pulir la juvenil corteza.

 

Las formas de esa luz son materiales:

una blanca mansión bien construida,

sacra como las viejas catedrales,

alegre como la esperanza ardida.

 

Esa blanca mansión es una escuela,

y laboran en ella los maestros

por el niño que realizar anhela

cívica aspiración de nobles estros.

 

Escuela mía, de un mi ayer cercano,

¡con qué placer refresco mi memoria

de cuando, de mis sueños soberano,

aun creía la vida eterna gloria,

 

juegos, besos, y risas y armonía,

palacio cristalino de ensueño,

más luminoso que la luz del día,

tanto más grande cuánto más risueño!

 

Te llamo mía, porque en tí me guardas

mis travesuras, triunfos y candores,

horas tan rápidas como gallardas

aurora de la flor de mis amor. 

 

Por la mañana a veces me recreo 

viendo la juventud que a tí se acoge,

y entonces optimista siento y creo

que algo, silente, el Porvenir recoge.

 

Sí; algo recoge el Porvenir silente,

que tú eres el office seguro

que agitas el martillo sabiamente

para moldear el oro nuestro y puro.

 

Que tú rompes las nieblas de ignorancia

con los rayos potentes de tu ciencia

y derramas esa gentil fragancia

que hay en los senos de la inteligencia.

 

Que tú amadrinas cuánto es grande y bueno

Y luz, aroma, orífice y madrina

Harán de Puerto Rico el grande seno

De alguna civilización divina.

Calderón Escobar, Juan. "La escuela". Bajo la tapa comba, San Juan, Puerto Rico, 1923, pp. 13-14, Insituto de Cultura Puertorriqueña, San Juan, Puerto Rico.

Derechos: Dominio público

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