Blanca rosa, tù lo sabes...
—Los árboles tienen pena,
y está triste todo el valle….
¡Dios mío! Estamos en Mayo,
mes de rimas y cristales…
Azul y rosa está el cielo,
fresco y perfumado el aire,
las violetas se sonríen,
las rosas están fragantes,
y en las corolas de seda
tiemblan besos de diamantes,
que le dieron los rocíos
cariñosos como madres.
—...¿Por qué siente y a mi bosque
las tristezas otoñales?...
Los árboles tienen pena;
¿Por qué están tristes los árboles?...
—Pregúntaselo a las flores…
—Las flores ¡ay! no lo saben.
Ellos tan alegres siempre,
están tristes esta tarde,
pero, ¿por qué tienen pena?
—¿Nadie lo ha sabido? —Nadie.
—¿No lo sabe la pastora
que vive cerca del valle?
¿Ni Rosa? ¿Ni sus hermanas?
¿Ni la gitana? ¿Ni Carmen?
—Has interrogado, acaso,
a los vientos y a las aves?
Ellas a veces me han dicho
cosas que nadie las sabe.
—Los árboles están tristes,
Lloran todos sus ramajes,
pero, ¿por qué tienen pena?...
¡Ay! ¿por qué Virgen del Carmen?
—Blanca Rosa, Blanca Rosa,
tú lo sabes, tú lo sabes.
Es que no has salido al campo,
y no te han visto esta tarde!..