Saltar al contenido principal

El Proyecto de la literatura puertorriqueña El Proyecto de la literatura puertorriqueña

La luz

José Antonio Dávila

1920

     Yo soy la luz. Envuelta en mí palpita

el alma del Creador. Todo lo inundo…

¡Todo en ambiente de esplendor se agita

a mi soplo fecundo!

 

     Yo soy la luz. La conmoción divina

de las ondas del éter. Aún ignoro

mi verdadero origen, más adoro

al Creador que con frase peregrina

dijo el FIAT LUX.     ¡Y me vistió de oro!

 

      En mi inconsutil traje

envuelvo el llano, el monte y el boscaje

haciéndolos dejar su ceño adusto,

¡y el charlar de la fuente es un poema,

y cada fruto en flor e una gema,

y un nido de canciones cada arbusto!

 

    Vago por el jardín, que es mi delirio,

y sorprendo—encendida mariposa—

un olor de leyenda en cada lirio

y un secreto de amor en cada rosa.

 

      Y así cambio: Ya soy en el vacío

polvoreda sutil que no reposa;

haz de flechas que quiébrase en el río;

ósculo policromo que del vaso

en el cristal detiene sus fulgores

para entibiar los pétalos de raso

de las ya mustias y olvidadas flores;

humilde llama que el hogar calienta

cuando el abuelo sus hazañas cuenta

rodeado de un coro de querubes;

relámpago fugaz que en la tormenta

anuncia el desposorio de las nubes;

complicada madeja de hilos de oro;

dorada urdimbre de un millón de alambres

a cuyo influjo, en el jardín sonoro

revientan de lujuria los estambres…

Astro que deja, al disipar la bruma

de la mar con sus limpias aureolas,

una irisada flor entre la espuma

y una trémula cinta por las olas;

Proteo que en honestas diversiones

alboroza infantiles corazones

y deleita zagalas y gañanes;

adorno sin igual en los salones

y corona de oro en los volcanes;

indiscreto fulgor que con cautela

en la estancia se cuela

por una hendija del caduco techo

como nuncio gentil de la mañana,

y hace desperezar a la mozuela

que dormita en el lecho,

porque en los labios de encendida grana

traviesa juguetea,

o porque se pasea

sobre los ojos de modorra llenos,

o porque, en mil cabriolas, curiosea

por entre las tibiezas de los senos;

flavos hilillos que, por los cristales

entran al templo místico y sagrado

sorprendiendo la paz de los misales

por besar a Jesús Crucificado;

y luego son, al palpitar un beso

del Redentor entre los labios preso

y otro beso al posarse en las tranquilas

profundidades de sus ojos sabios,

bendición hecha luz, en sus pupilas,

sonrisa hecha fulgor, entre sus labios….

 

     Si sensible a la forma, como el agua,

siempre ante lo insensible me rebelo;

y por eso, si un rayo de mi fragua

desciende desde el cielo

a posarse en la mole de granito,

cuando la roca toca,

al dar con la dureza de la roca

¡sabe volar airado al infinito!..

 

      Lleno lo mismo, y con el mismo encanto,

al rocío de mágicos colores,

que la gota de llanto

generadora de las dulces calmas:

que el rocío es el llanto de las flores,

y el llanto es el rocío de las almas…

 

    Si la guadaña de la parca hiere,

dejo un fulgor mirífico y divino

sobre la mustia frente del que muere;

y ese fulgor, cual astro diamantino,

colma del justo el principal anhelo,

que ha de llevarlo en dirección al cielo.

 

    ¡Tú eres mi par, IDEA!

Si en monte, mar y llano

derrama su fulgor la luz febea,

Sol eres tú, galano,

que como alta expresión de sus bondades

ha puesto Dios en el cerebro humano,

para que al soplo de tu viva lumbre

se llene de serenas claridades

el alma de la ignara muchedumbre.

 

   ¡Vayamos adelante con los mismos

empeños y las mismas refulgencias;

derramándome yo por los abismos,

derramándote tú por las conciencias!....

 

Derechos: Dominio público

English translation coming soon