La trinitaria
Dulce y tierna, azucena fragante,
dulce amante, infeliz pasionaria,
yo te adoro, deidad Trinitaria,
con un fuego de grata ilusión.
Vén mujer celestial, vén a mis brazos:
haz que aspire tu dulcísimo aliento
y embriagados los dos un momento
gozaremos de dicha y placer.
Dulces copas de amor apuremos
un momento feliz en tus brazos.
¡Por piedad no desates los lazos
que de amor me supiste tender!
Yo te adoro, mujer, yo deliro:
que tu amor es un fuego sagrado:
tu hermosura me tiene embriagado,
Trinitaria ¡por Dios! ten piedad!
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