Pueril arrogancia la de la muerte
pueril lasitud arrogante
hastío dentro de la orfandad que me circunda
el cansancio, se hace rigor en mis huesos
y como estigma en mi frente
la brevedad me corona de espinas
ah esta vida y su deslealtad a sus bastardos
ah esta existencia que se desdobla mostrando sus rostros putrefactos
ah esta capacidad de ser nada que tenemos
cuando deberíamos ser infinitud de infinitos
la muerte nos tiene en manumisión
esclavizados hasta el momento del no retorno
nos mira de reojo y se sonríe con sorna
se sabe dueña y señora de nuestra alma, éter y cuerpo
en cualquier momento se acerca a nuestro oído y nos dice nuestro número
para así libertarnos por siempre
…
mas hasta que llegue este respiro
hemos de vivir
si esto que sucedemos
se le puede llamar
vida
Derechos: Lala González Rodríguez