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El Proyecto de la literatura puertorriqueña El Proyecto de la literatura puertorriqueña

Todo se va

Yara I. Liceaga-Rojas

2024

Para decir adiós, solo tengo que decirlo

José Feliciano y Vicky Carr

 

Mara regresaba 

cuando nos fuimos filtrando hacia la boca del gotero

el desparrame al cual caer

salíamos con los ojos recorriendo el asombro

y nos costaba ponernos de pie

haciéndonos la sombra

haciendo de cuerpo el reflejo del otro

lindas formas de animal agrietado

donde anclarse a pensar que la estrategia sería

agrisar el café para normalizar un poco el color de los días

que la estrategia seria

es un baño de sol

en tu compañía

dejo al viento enredarme el camino

con el brazo en la ladera de cuero de la puerta

y me pregunto cómo se despide uno

cómo decir adiós, vida mía, 

a la caricia picante del trayecto

de este diálogo azul e íntimo con el horizonte

que está troceado y me ofreces

como el desayuno que sale de tus manos a la mañana siguiente 

una que reconoce que la nutrición viene empacada en la ternura

o en aquella parte en donde el mundo reconoce la palabra nuca

y yo no hacerme la pendeja

porque ese es el lugar de la certidumbre

escondido el aroma en esa zona en donde la liviandad se asienta y sonríe

 

Y este calor lo que hace es que se me escurran las maneras

de pegar una palabra a otra 

este calor me hace desdecir

así que 

paladeo la distancia

con una mueca de que voy a llorar de ola en ola

en marejada

junto los párpados para que me entiendas mejor

y hago como el acto del Chamán

que desaparece a la inversa 

me destrenzo por dentro

abro la quijada y el sudor

agua y palabra se desprenden y se compactan

sonoridad de almendra sobre el pavimento

noto que hablo tranquilamente del futuro

como forrado de cristales de azúcar pero tu sabes que es sólo hielo multiforme

y te conmueve 

así que sacas la mano para despedirte

y yo desenfundo el cariño para dejarte pegado

en todas las memorias de la palabra solaz

que se sueltan por dentro 

recuerdos emplumados que observan el mundo

posaditos en la cablería del querer

tendido ecléctico por donde viaja lo que le da luz a nuestro andar 

como en el vídeo de Michael Jackson

por eso hundo la mano hasta tocar el botón de entumecer

endurecer la trama hasta que pese lo suficiente para abandonarla

en el exacto lugar de difícil regreso

acceso controlado por los signos 

del hartazgo que son las migajas con las que se construyen

figuritas de pan que reflejan los hologramas del hambre

para no desfallecer

un pobre deseo como único alimento

ilusión óptica que rasgan los días en su temperamento

 

Ya te vas me pregunta el país como si lo escribiera para que no le note la entonación 

y pueda seguir como ahora,

de pie

sonora

materia

intento pues quedarme con todo

practico calladas despedidas que ninguno advierte

me voy destroyer contra la tarde

a fragmentarme

me dejan en cantitos los colores de la topografía celeste

deshaciéndome sin que nadie lo note

para unirme más adelante recogiendo la calidez del momento

la energía que se desprende de los objetos que nos circundan

de nosotros mientras conversamos

del tiempo de este espacio de tierra

que amamos hasta el adiós

decir adiós yo digo

en los poemas en ciudad

decir adiós, vida mía,

no basta con decirlo

como el amor

hay que hacerlo 

entonces tú recoges cada fragmento a distancia

y aseguras sobre el aire con la voz

aquellos versos de Mara que dicen:

Aquí

te cuerpo

Derechos: Yara I. Liceaga-Rojas

English translation coming soon