A Fabio Fiallo
Tu patria quisqueyana, que es fuente de heroísmo,
hermosa, noble y fértil, al par que hospitalaria,
guarda como presea de estirpe legendaria
los huesos de Hostos, símbolo de civismo.
Borinquen, deslumbrada por el áureo espejismo
de falaces promesas de una grey mercenaria,
despreció los consejos y no oyó la plegaria
del apóstol, que era verbo del patriotismo.
Herido por los dardos aleves de la insidia;
maltrecho por las zarpas cobardes de la envidia,
dejó el hogar nativo aquél gran corazón.
Amores, pan y fosa, le dió tu patria, hermano,
y así colmó el patriota su anhelo soberano
de hallar reposo eterno bajo un libre pendón!
enero 12 de 1931.