Calta abielta
Delegía a los siñores don Imilio y don Juique, de la Capital.
Disen que el Gobelnaol
está metío en poesía.
¡ Probe de la tierra mía
si el caso es sielto, Siñor!
Námensa pronto al dotol
pa bel que tiene don Teo,
que esa dolama yo creo
es lo que ñaman locura,
que el prensipio tiene cura,
sigún dise ño Mateo.
Puej manque dice el refrán
que de poeta y de loco
toos tenemoj un poco,
de Cabo Rojo a San Juan
y Aresibo a Ponse, están
loj ánimos en tinsión,
polque tienen la opinión
que loco el Ijicutibo
loco se guerba jasta el chibo
y le faje a Juan Sintrón.
Yo me creo, don Imilio,
que el caso es algo apurao
puej la enfermeá le ha dao
con grande desasosilio;
Me cuenta el campái Sisilio
que le vío el otro día
sunil pol la serranía
y al jíbaro que jayaba
la dentadura enseñaba
y “¡ Soy jíbarro!, le disía.
¿Jíbaro él mesmo se ñama?
¡ Puej loco está, y rematao !
¡ Pa mi ej que lo ha jechizao
el frupito que lo aclama!
Consúltenle a la madama
que bibe por El Condao
o a otra que bibe en Sibao
(que son mélicas de alante )
si el beldá que el gobelnante
está medio trastolnao.
Polque jablal de poisía
a una multitú jambrienta,
o ej una busla sangrienta,
o es muestra de jaibería.
Creo que mejol siría
dalle trabajo a la gente:
jasel un camino, un puente,
jechando a correl dinero
pa que puea el jolnalero
comel sancocho caliente.
Polque jíbaro, a mi vel,
es quien nasió en la montaña
y siembra en el llano caña
y por los sentros café.
Jíbaro, en beldá, ej el que
– sielbo de mísera gleba –
sujeto a una dura preba,
mojá en yanto la mirá,
contempla la regalá
vida que el amo se yeba !
Jíbaro, el que en el bohío,
en el labio el corazón,
mata de su tiple al són
jambre, desnudej y frío.
El que de gallo al cantío
yena al alma de agonía,
pensando en el pan del dia
deja la tibia jamaica
ba a la cosina y se atraca
una batata cosía.
El que al amol del batey
afila la espuela al gallo
o teje pa su cabayo,
la baca, el cabro o el buey,
con la fibra del maguey
soga, sincho y jaquimón,
esos ojeltos que son
del diario menestel
y pa jaseloj hay que sel
un jíbaro de nasión.
Jíbaro es sabel cantal
désimas a lo debino;
sabel coltar un cochino
y espuntal un batatal.
Jíbaro es sabel bailal
un caliente seij chorriao
un alegre seij bombiao,
y es jíbaro aquél que sueña
de la patria borinqueña
SER LIBRE EN EL SOBERAO.
Y sobre todo, siñores,
el jíbaro necesita
tenel una jibarita
a quien contal sus dolores.
Sea de La Sidra o Coyores,
pero que sea sandunguera;
linda flol de primavera
de este jaldín tropical
que nunca podría amal
gente que en el no nasiera.
Una de esaj jibaritas
que con debina mirá
guisa, laba en la crebá
y jase cocos y ditas:
La que por laj mañanitaj
trai agua del manantial,
espejo en que ba a miral
su donaire y gentilesa,
puej si es grande su probesa
de viltú tiene un caudal.
Jíbaro es quien trabaja
como el buey, de sol a sol,
y el que en costante dolol
ba cosiendo su moltaja.
Quien con engaños no encaja;
el que lucha y no se entrega,
ni se vende, ni doblega
y tiene a gloria y a olguyo
brindalle café y soruyo
Al que a su bohío yega.
De la herencia que tuvimos
y se robó el albasea,
tan solo el nombre nos quea
de jíbaros….. (Lo peldimos
too en el cambio que jisimos
- o nos jisieron, mejol . –)
Peón o gobelnaol
- dicho sea con respeto –
hay, pa ser jíbaro neto,
que nasel aquí, siñol.
Jeche pa un lao el salterio
y dé a la gente trabajo,
que si esto sigue ¡ barajo !
diremos pa el simenterio.
Aquí está siño Quiterio
con seij hijos y mujel,
los cuales, pol no comel,
el estógamo han peldío…..
¡ Esto es triste, siñol mío,
y deja mucho entrevel !
Con tantas contrebusiones
el país está arruinao;
el terreno hipotecao
y el jíbaro sin calsones.
Lamentoj y maldisiones
del monte a la carretera
y del risco a la praera
componen la letanía
de este pueblo en agonía
que de Dios la muelte espera !
A usté, que ha sío profesor
y es abogado, don Juique,
soplico que le desplique
too esto al gobelnaol .
Pué que se ponga peol,
y si ésto sucediera,
aplíquenle en la mollera
flirsiones de pringamosa,
anamú, poleo y rosa
con caldo de una jigüera.
Crean que me dá pesal
que a quien dió muelte a un león
se le enfusque la rasón
de moo tan singulal.
No le premitan jablal
en buen tiempo de poesía,
y quítenle la manía
de que es jíbaro, siñores,
a menos que esos aldores
no sean pura jaibería !
octubre 12 de 1930.