In bello libertas
¡Oh, Jesús Nazareno! Tu ciudad redimida,
En sus bíblicas noches, brilla como una estrella;
Tras sueño milenario despierta estremecida
Con dulce semblante de una casta doncella.
Ella, la Prometida, la que guarda en su seno
El resplandor celeste de tu plácida huella,
La ciudad taciturna! ¡Oh, Jesús Nazareno!
Que te espera llorando. ¡Resucita por ella!...
Británicas legiones cambiaron su fortuna;
Sus templos ya no duermen bajo la Media Luna;
Que ahora brilla un astro de más radiante luz.
¡La gran apoteosis anuncian sus campanas!
Para aplaudir el triunfo de las huestes cristianas
¡Aparta, Santo Padre, tus brazos de la Cruz!
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