Lo saben las montañas
De mi tierra
amo las montañas altivas:
aquí, donde todo es suave y tranquilo,
ellas son bravías;
ellas son el símbolo de una oculta fuerza
que a través de los tiempos germina….
La tormenta a veces estalla en su cumbre;
en su seno virgen el rocío desgrana sus melancolías;
el sol las circunda de mil aureolas;
fantásticos besos la niebla les brinda;
mas ellas levantan la frente
impasibles ante los misterios que encierra la vida;
ante las luchas de los hombres
y las ambiciones mezquinas,
que son nada, si se miran a través de la insondable
eternidad infinita!
Las montañas de cerca, parecen
una esperanza encendida,
y de lejos, un sueños de virgen
flotando en la azul lejanía…
¿Por qué se levantan serenas
y meditativas?
¡Es que saben muchas cosas que nosotros ignoramos;
y en las noches floridas,
las estrellas les contaran los destinos luminosos
de todas las islas:
los pasados grandiosos y viejos de las helénicas;
los futuros grandiosos y nuevos que aguardan las Antillas
del genio de una raza que triunfa;
las gestas de América latina,
¡el himno de los pueblos que desplieguen,
uno y múltiple a la vez, el estandarte del sueño de Bolívar!
¡Lo saben las montañas
impasibles y altivas!