De tarde
Al ocultarse el sol en Occidente,
Y llegar esa hora majestuosa
En la que todo en placidez reposa
Y en campo una paz honda se siente…
Oímos ese cántico doliente;
Esa rima sensible y quejumbrosa,
Que la tórtola eleva, dolorosa,
Como signo que indica algo latente,
Y es que, así como van los ruiseñores,
Rimando, en la mañana, sus cantares,
Cual felices y alegres trovadores;
Las tórtolas, en montes y palmares,
Nos expresan de tarde sus dolores,
Sus profundas nostalgias y pesares.
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