He visto
He visto la constelación de tus sueños
desahuciada en cada lágrima derramada.
He visto como cubres tu piel con seda dorada.
Como quizá te desagradas, he visto.
Sagrada la tinta que te adorna por debajo del vestido,
pero prefieres que nadie más la pueda ver.
Conmigo no eres hombre ni eres mujer, he visto.
Que conmigo seas así de libre me gusta distinto.
No es la norma ni para Alá ni para Cristo,
Ni pararán las ganas de ver un poco más allá de tus adornos.
Mis niveles de testosterona se sienten bien en tu acomodo.
E insisto…
En buenas noches y buen provecho te he visto.
Bienvenido sea todo lo que me quieras ofrecer, cariño.
Recuerda que yo no quiero sexo contigo, pero
ese verso en otro poemario ya estaba escrito,
Así que en este, quiero que tu pelo lacio le rinda pleitesía a mis rizos.
Y aunque he visto y retratado con los párpados de la memoria
El emoticón de brillo que imitan tus ojos místicos…
No te conozco.
Mis preguntas no vienen de un lugar oscuro de sofocos
Como para que tus palabras bailen al coro
De una respuesta superficial que a mí me parece poco.
¿Que estés a total disposición de mostrarme tu piel?
¡Ya no me causa placer si tus lunares me ligo!
¡¿Quieres que pare acá o prosigo?!
He visto brillar tu desnudez pidiéndome placer a gritos.
He visto tu sudor surcar los mares que aún no conquisto.
¡Y aún no te conozco, he visto!
Mi imaginación puede volar más allá de Saturno y sus anillos.
Pero si te tengo de frente, aclárame esta duda con la cual me enemisto.
¿Con quién desnudas a ratos tu mente? ¿Con quién sí no es conmigo?