Y si te toca llorar, es mejor frente al mar
Abuela solía llorar a mares,
sólo a veces, de veras.
Aquella vez de espalda al mar, recuerdo:
el horizonte, mínimo a su estatura,
como una mala costumbre abandonaba
la distancia para acercarla a donde siempre
asentía su mirada.
Al medio, una nube indecisa,
pálida como un sosiego en retirada,
se detuvo. Era que efectuaba un enredo
de nube y riso y algo en ella sonreía.
¿Es porque tú sonríes que se apaga?
No lo decíamos entonces pero desdeñábamos
movimiento y cambio y el mundo
se pasmaba por ver si podía
sobresaltar inadvertidamente sus propiedades.
Sólo así, aquella calma nos consentía.
Yo que nunca miro para conservar,
tomé una foto de ocasión que cómo saberlo
me obliga a esa costa, y habla en coartadas
sobre un mundo anejado, apenas entrevisto
en lo que dura la formación de un fruncido.
Una foto para conservar que eres mi forma
de derivar pecho adentro, de cara al mar
que sólo tú colmabas, pienso, a veces de veras.
Becerra, Claudia. "Y si te toca llorar es mejor frente al mar". Proyecto de la literatura puertorriqueña/Puerto Rican Literature Project, 2024.
Derechos: Claudia Becerra